El Salvador: la mano dura contra las pandillas no cesa con la pandemia

Apoyado por las fuerzas de seguridad, Nayib Bukele endurece sus políticas contra las organizaciones criminales de su país. La historia detrás de la foto que recorrió el mundo.

La foto de los presos salvadoreños de esta semana recorrió el mundo. Rapados, con los rostros tatuados y semidesnudos. Con barbijos, pero sentados uno pegado al otro. El propio gobierno de Nayib Bukele fue el encargado de distribuir la imagen, que generó un fuerte repudio internacional por parte de los organismos de Derechos Humanos. 

¿Qué hay detrás de la foto?

El Salvador es uno de los países más violentos del mundo. El 2019 cerró con una tasa de homicidios de 36 cada 100 mil habitantes, lo que significó una baja con respecto al 2018, donde ese número era de 51 asesinatos cada 100 mil personas. Durante el el fin de semana anterior, el país centroamericano registró un aumento de crímenes, que llegaron a contabilizarse en 50 en tres días. La respuesta de Bukele fue autorizar a las fuerzas de seguridad a que respondan de manera “letal” a los criminales, y a su vez publicó fotos de los presos amontonados.

“Históricamente los gobiernos decidieron crear pabellones o áreas exclusivas para cada una de las pandillas, a fin de evitar más violencia dentro de las cárceles. Las imágenes de los presos semidesnudos, todos sentados, es un mensaje para humillar públicamente a las pandillas, porque estas imágenes lo que hace es mezclar a los pandilleros que son enemigos mortales, los juntan y obligan a tocarse unos a otros”, explica en diálogo con Cenital, el profesor salvadoreño de la Universidad Internacional de la Florida en Miami, José Miguel Cruz. 

El especialista en crimen organizado hace referencia a las fotos que el propio viceministro de Justicia de El Salvador, Osiris Luna Meza, publicó en Twitter, al anunciar que de ahora en más lo miembros de las distintas organizaciones criminales compartirán celdas. Las imágenes recorrieron los medios de todo el mundo. Se cuestionó también el hacinamiento que se pueden ver en ellas, aún más grave en un contexto de pandemia donde la principal recomendación es la higiene y el distanciamiento social.

¿Cómo se conforman las pandillas?

Las pandillas, comúnmente conocidas como organizaciones criminales o maras, se dividen en dos grandes grupos rivales que son Mara Salvatrucha (o MS13) y Barrio 18, con decenas de miles de miembros de cada una y que operan en países como El Salvador, Guatemala y Honduras mayoritariamente. De acuerdo a lo que explica Cruz, en el caso salvadoreño, la del barrio 18 se dividió en la “18 sureños” y la “18 revolucionarios”,  y operan con fuerza en el país desde comienzos de los años ‘90.

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El accionar de las pandillas consta de controlar especialmente barrios populares, conocidos como comunidades, a través de la exigencia de un monto de dinero, llamado “impuesto a la seguridad o renta”, por el cual brindan cierto blindaje a quienes paguen. El accionar criminal de los pandilleros explican las altas tasas de homicidio del país. Cruz sostiene que si se tuviese que comparar con alguna otra organización en el mundo, comparten algunas similitudes con el Comando Vermelho o al Primeiro Comando da Capital (PCC) de Brasil.

La respuesta del Estado: mano dura

El presidente Bukele, reconocido por su uso en las redes sociales desde donde informa los decretos y medidas relevantes de gobierno, cuenta con un fuerte apoyo de las fuerzas policiales y militares. Este año, otra imagen de El Salvador recorrió el mundo y fue la militarización del Congreso, en medio de una pelea entre los legisladores y el mandatario porque los primeros se negaron a votar el presupuesto de un proyecto presidencial.

“El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños», afirmó Bukele en su cuenta de Twitter, al dar vía libre a las fuerzas para actuar. El mandatario considera que el reciente aumento de los crímenes se da como  aprovechamiento de la situación de contexto de pandemia, debido a que los policías están más abocadas a los relacionado a las medidas para frenar el avance del coronavirus. Hay en el país 395 contagiados y 9 muertos.

Para Cruz, el uso de la mano dura que aplicaron los diversos gobiernos salvadoreños explica parte del crecimiento de las pandillas. “Lo que hace Bukele es montarse sobre esa tradición, y aunque no le llama directamente mano dura, le llama Plan de Control Territorial, es una política que le da luz verde a las fuerzas de seguridad particularmente a la policía para reprimir con todos los medios a las pandillas. En este contexto y con la tradición de abuso de las fuerzas de seguridad, esto claramente es visto como una luz verde para ejecutar pandilleros o gente sospechosa de pertenecer a pandillas”, advierte el especialista sobre las últimas medidas presidenciales.

¿Cuál es la relación con Estados Unidos?

En medio de la pandemia que azota con fuerza en territorio norteamericano, Donald Trump anunció el envío de respiradores a algunos países, entre ellos a El Salvador y Honduras, no así a Guatemala, debido a que se negó a continuar recibiendo migrantes deportados de Estados Unidos por temor a expandir la pandemia en la región.

“Trump anunció que había hablado con los presidentes de Centroamérica y destacó el trabajo con respecto a la inmigración, que se enmarca en el arreglo que ya habían firmado el año pasado con El Salvador, Honduras y Guatemala, que se denominaron como terceros países. Lo que buscan es impedir que los inmigrantes lleguen a México, y de ahí crucen a Estados Unidos”, explica en diálogo con Cenital Valeria Carbone, doctora en Historia y especialista en estudios sobre Estados Unidos.

De acuerdo a lo que explica la historiadora, aún no se conoce en detalle cuál es la contraprestación de Trump a los países centroamericanos para que frenen la inmigración. Uno de los temas centrales de la gestión del republicano y que el año pasado ocupó los titulares de los medios el incremento de extranjeros, que partían en caravana desde Centroamérica con destino a norteamérica. Carbone no descarta una mayor asistencia económica además de un posible envío de más tropas norteamericanas a la región para entrenar a los Ejércitos locales para combatir a las pandillas, algo siempre preocupó al mandatario estadounidense.

“Los militares y los policías apoyan completamente a Bukele, son su base de apoyo político porque en realidad él no tiene partido y por eso se ha a apoyado mucho en las fuerzas de seguridad para avanzar en lo que está haciendo. Con respecto a Estados Unidos, Bukele ha entendido que la fórmula para sobrevivir es acumluar poder y es estar en buenos términos con la administración de Trump. Desde Estados Unidos están apoyando de manera cautelosa, pero es lo que mantiene el canal de apoyo a este gobierno salvadoreño es que se ha comprometido a cumplir con las demandas para evitar más migración al norte y eso le da cierto espacio político a nivel externo”, explica Cruz sobre la relación con norteamérica.

Bukele asumió en junio de 2019. Entre los principales objetivos del joven mandatario se encuentra el dejar atrás la imagen de El Salvador y las organizaciones criminales. Para eso, se apoya en los policías, militares y en Donald Trump. Con el aval para matar de las fuerzas de seguridad, más la decisión de juntar a pandilleros rivales que podría confluir en grandes masacres, el mandatario salvadoreño demostró esta semana que está dispuesto a avanzar en su política de mano dura para terminar con las pandillas. 

Soy periodista de política internacional. Me interesa lo que pasa en Latinoamérica, Medio Oriente y el Magreb. Hago radio en Nacional AM870 y Futurock. Soy del rojo por herencia familiar y de Colo Colo por amor, voy en bici a todos lados y me malhumoro cuando se me pincha una rueda.