¿Qué pasa con el dengue en la Ciudad de Buenos Aires?

En las última semanas se confirmó el fallecimiento de un vecino de 71 años y los casos casi alcanzan los 6 mil en lo que va del 2020. ¿Faltó prevención?

«Todo pinta para que sea una situación grave y que estemos en el marco de una epidemia», advertía el director del Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Nicolás Schweigmann, en febrero a Cenital. En las últimas semanas en Capital Federal se confirmó el fallecimiento un paciente de 71 años por dengue grave que se encontraba en terapia intensiva.

En lo que va del año se registraron 5909 casos, de los cuales el 95% corresponden a personas que no viajaron a una zona con circulación viral reconocida fuera de territorio porteño como es Paraguay, el principal foco de América Latina. Los casos se distribuyen en toda la ciudad, pero hay 20 barrios que notificaron el 90% de los casos confirmados.

La ex jefa del servicio de Infectología del Hospital Italiano, Laura Barcan, remarcó que «el dengue en Buenos Aires está desde el 2009, nunca fue muy alto el número de casos salvo en 2016 y este año esperamos que haya más casos». «El dengue ya es endémico en Argentina y ya hay bastantes casos autóctonos. Tenemos el mosquito y tenemos el virus, es cuestión que se junten ambos para empezar a ver casos clínicos, está la presencia del mosquito prácticamente en la mayoría de los barrios de la ciudad», agregó.

Los barrios más afectados son Flores, seguido por Barracas, Soldati, Vélez Sarsfield y Villa Lugano, donde se concentra el 55% de todos los casos.

Barcan precisó que «este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) había hecho una advertencia de que el número de dengue iba a ser mayor que el de otros lados en las Américas en general por el tema del cambio climático. Hay más humedad, hace más calor y hay más inundaciones».

En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.

Según información publicada por la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la subregión de las Américas durante el 2019 ocurrieron 3.076.287 casos de dengue y 27.893 casos de dengue grave, con 1.523 fallecimientos. La incidencia total en América del Sur es de 767,44 casos por 100.000 habitantes.

En Argentina, desde agosto de 2019 hasta el 12 de abril de este año fueron notificados 43.497 casos sospechosos de dengue u otros virus transmitidos por artrópodos, de los cuales 16.822 resultaron confirmados o probables para dengue. Hasta el momento, se registra en diferentes sitios del territorio nacional la presencia de 3 serotipos: 70% correspondió a DEN 1, 27% a DEN 4 y 3% a DEN 2.

La Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires informó que en 2020 contabilizan 1649 casos confirmados con la presencia de los serotipos DEN1, DEN 2 y DEN 4. Además, se observó la aparición sostenida de casos autóctonos de dengue en 29 municipios, entre los cuales se encuentra Avellaneda. De allí era oriundo el hombre de 73 años que en febrero pasado se convirtió en el primer caso de muerte por dengue desde 2016.

«Fue un hombre que llegó ya en estado crítico y requirió terapia intensiva. Le hicimos los análisis, acá nos dio reactivo y lo enviamos para confirmar y realmente es dengue. El dengue grave es la inmensa minoría de los casos de dengue pero a veces ocurre. Por ahora la experiencia no va ni de lejos a lo que es hoy en día Paraguay donde la gente está con suero en los pasillos de los hospitales», explica Barcan, que diferencia la situación de la ciudad de Buenos Aires respecto a provincias como Corrientes y Misiones donde «hay un número muy alto» de casos de infectados por el virus.

¿Qué quiere decir que haya dengue?

En palabras de Schweigmann, «significa que hay presencia de Aedes aegypti en cantidades suficientes en una región donde hay dengue ya que el mosquito es la única forma de que el virus se transmita a los humanos. La transmisión se genera a través de personas que llegan con el virus en sangre, que todavía quizás no tienen síntomas, y llegan a una manzana urbana donde hay Aedes aegypti entonces esas personas infectan a los mosquitos locales de esa manzana y después de un tiempo de latencia en ellos los mosquitos empiezan a transmitirle a los vecinos. Como esos vecinos se infectan antes de tener síntomas se mueven a otra manzanas de la ciudad e infectan a los mosquitos de las otras entonces en cada manzana se produce un brote y el conjunto de los brotes produce una epidemia».

¿Existen vacunas contra el dengue?

La OMS autorizó la comercialización de la vacuna Dengvaxia en México en 2015 y está disponible en algunos países para las personas de entre 9 y 45 años de edad. Desde la OMS recomiendan que la vacuna solo se administre a las personas que hayan tenido una infección anterior por el virus del dengue confirmada.

«Acá no está acá. Es una vacuna muy difícil de hacer, de hecho hace muchísimos años la están buscando y recién hace pocos años lo lograron y se dieron cuenta que era para evitar el dengue grave. Siguen buscando una mejor vacuna pero es muy difícil al haber tantas variantes del virus», detalla Barcan. El virus del dengue posee cinco serotipos inmunológicos y si la persona posee la infección por uno de ellos no puede volver a tenerla por el mismo serotipo. La infectóloga añade que «si recibís una infección por otro de los serotipos del virus del dengue puede hacerlo más grave». Actualmente en la Ciudad se encuentran circulando los serotipos DEN-1 y DEN-4, representando el 54 y 41% de los casos.

Esta semana se confirmó la muerte por dengue grave de un vecino de 71 años de la comuna 11 (Villa General Mitre, Villa Devoto, Villa del Parque y Villa Santa Rita) al quinto día de la fecha de inicio de los síntomas. En 2020 fueron registradas 379 internaciones en residentes con diagnóstico de dengue probable o confirmado.

En la comuna 4 (Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios) y 15 (Agronomía, Chacarita, La Paternal, Parque Chas, Villa Crespo y Villa Ortúzar) la gran mayoría de casos corresponde a DEN 4, mientras que en la 7 (Flores y Parque Chacabuco) y la 10 (Floresta, Monte Castro, Vélez Sársfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real) circula predominantemente el DEN 1.

El riesgo de una epidemia

La Gerencia Operativa de Epidemiología del ministerio de Salud porteño publica semanalmente un boletín epidemiológico desde el 26 agosto de 2016, donde se realiza un seguimiento de más de 100 patologías entre ellas el dengue y el sarampión.

«Van a aparecer mucho más casos. Se está incrementando porque es extremadamente complejo frenar esto, desde el gobierno de la Ciudad estamos haciendo un trabajo enorme en diferentes aspectos y ámbitos para frenar, morigerar, prevenir que haya mucho más casos», afirmó Julián Antman, a cargo de la gerencia, al consultarle en febrero pasado.

«El dengue es una enfermedad viral, transmitida por el Aedes aegypti, y lo que se trata es de poder controlar o minimizar la densidad y la cantidad de mosquitos en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por ese motivo cuando uno habla de dengue se dice que es una enfermedad de desorden socioambiental, si bien es una enfermedad viral, lo que se trata es de evitar el ciclo vital del mosquito», agregó el subsecretario de planificación sanitaria, Daniel Ferrante.

La responsabilidad gubernamental

Schweigmann es crítico de la tarea del gobierno porteña de la Ciudad en materia de prevención del dengue. En 2016 se diseñó el Plan estratégico-operacional integrado Prevención, control y vigilancia de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti para desarrollar un conjunto de actividades articuladas para minimizar la morbimortalidad, disminuir el riesgo de propagación de brotes y prevenir la endemicidad de dengue en la Ciudad de Buenos Aires.

El biólogo del Conicet argumenta que «en el plan estratégico se planteaba trabajar integralmente con un programa y no con una campaña como hablan hoy, que es a corto plazo». De esta forma considera que «no hay suficiente difusión, sólo algo tibio por las redes pero por la calle y la televisión no se ve» por lo que «las autoridades del gobierno deberían responder por qué no se cumplió con el plan».

«Son decisiones políticas, Qué era lo que le preocupaba más al gobierno propagandizar en desmedro de participar de un plan para prevenir enfermedades transmitidas por mosquitos. El Estado debería estar presente para atender al público y cumplir con el rol de avisarte y explicarte qué hacer y dónde ir si tenés alguna duda. Si no te digo nada, te agarrás una sorpresa. ¿Cómo llegan estos boletines al público?», agrega Schweigmann.

En ese punto coincide Barcan, que señala que «algunas acciones están haciendo, pero que otras no, no hay mucha campaña gráfica o escrita sobre el dengue en los medios» y la médica infectóloga remarca que «lo importante es que la gente ayude, que haya el descacharramiento, que consulte al tener fiebre, dolores musculares, manchitas rojas, que consulte de forma precoz».

Desde el Ejecutivo porteño rechazan esas acusaciones. «Desde la Ciudad empezamos el plan anual de contención y disminución del mosquito en los meses de invierno, trabajando con las instituciones públicas en actividades barriales junto a la comunidad. En la segunda etapa, que es la que está ocurriendo en este momento, trabajamos fuertemente en evitar que las larvas puedan llegar a mosquito adulto, para eso el descacharreo y la eliminación del agua acumulada con larvas son elementales», cuenta Ferrante.

El subsecretario de planificación sanitaria señala que «la forma de contener o disminuir la cantidad de mosquitos tiene que ver con la activación comunitaria y sobre todo el Estado comunicando, acompañando, fortaleciendo y facilitando la participación social puertas adentro del ámbito privado ya que es un mosquito de vuelo corto y el ordenamiento socioambiental es un componente esencial».

De esta forma, indica que «la estrategia de comunicación y transparencia de la información es un punto fundamental» al referirse a la publicación del boletín epidemiológico. «La comunidad es un componente esencial en la disminución de casos año a año», cierra.